Identifican biomarcadores para identificar riesgo de suicidio

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 Sep 2013
Los investigadores han identificado una serie de marcadores biológicos de ARN que pueden ayudar a identificar aquellos que están en riesgo de cometer suicidio

En un estudio reportado en la edición digital, avanzada de la revista Molecular Psychiatry, los investigadores de la facultad de medicina de la Universidad de Indiana (UI) (Indianápolis, EUA), reportaron que los marcadores biológicos se encontraban en niveles sustancialmente superiores en la sangre de los pacientes con enfermedad bipolar, con tendencias suicidas y en un grupo de personas que cometieron suicidio.

El investigador principal, Alexander B. Niculescu III, MD, PhD, profesor asociado de psiquiatría y neurociencias médicas en la Facultad de Medicina de la UI y director del laboratorio de neurofenómica en el Instituto de Investigación de Psiquiatría, de la Facultad de Medicina de la UI, afirmó que él cree que los resultados ofrecen una primera prueba de principio para una prueba que podría proporcionar una advertencia temprana de que alguien tiene un mayor riesgo de un acto de suicidio impulsivo.

“El suicidio es un gran problema en la psiquiatría. Es un gran problema en el ámbito civil, es un gran problema en el ámbito militar, y no hay marcadores objetivos”, dijo el Dr. Niculescu. “Hay gente que no quiere revelar que tienen pensamientos suicidas, cuando se les pregunta, luego se suicidan y no hay nada que se pueda hacer al respecto. Necesitamos mejores maneras de identificar, intervenir y prevenir estos casos trágicos”, dijo.

El Dr. Niculescu y sus colegas, durante un período de tres años, siguieron a un gran grupo de pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar, completando entrevistas y tomando muestras de sangre cada tres a seis meses. Los investigadores llevaron a cabo una serie de análisis de sangre de un subgrupo de participantes que reportaron un cambio dramático desde la ausencia de pensamientos suicidas a una fuerte tendencia suicida. Se identificaron diferencias en la expresión génica entre los estados de pensamientos suicidas “altos” y “bajos” y sometieron los hechos a un sistema de análisis genético y genómico llamado genómica funcional convergente, que identifica y prioriza los mejores marcadores mediante validación cruzada con otras líneas de evidencia.

Los investigadores descubrieron que el marcador SAT1 y, una serie de otros marcadores biológicos, suministraron la “señal” biológica más fuerte asociada a los pensamientos suicidas. A continuación, para confirmar sus hallazgos, en colaboración con la oficina del forense local, analizaron muestras de sangre de las víctimas de suicidio y descubrieron que algunos de los mismos marcadores principales, también estaban considerablemente elevados.

Por último, los investigadores analizaron los resultados de los análisis de sangre a partir de dos grupos adicionales de pacientes y encontraron que los niveles altos de los marcadores biológicos se correlacionaron con las futuras hospitalizaciones relacionadas con el suicidio, así como con las hospitalizaciones ocurridas antes de los análisis de sangre. “Esto sugiere que estos marcadores reflejan algo más que un estado actual de alto riesgo; podrían ser marcadores de un rasgo que se correlaciona con el riesgo a largo plazo”, dijo el Dr. Niculescu.

Aunque convencido de la validez de los marcadores biológicos, el Dr. Niculescu observó que una limitación es que los individuos, del estudio, fueron todos hombres. “Puede haber diferencias de género”, dijo. “También nos gustaría llevar a cabo estudios más amplios, normativos, en la población en general”.

El Dr. Niculescu y sus colegas, además de ampliar la investigación a las mujeres para ver si el mismo marcador u otros marcadores entraban en juego, planean llevar a cabo la investigación, entre otros grupos, como las personas que tienen subtipos menos impulsivos, más metódicos y planificados de suicidio. Sin embargo, el Dr. Niculescu dijo: “Estos parecen ser buenos marcadores de la conducta suicida en los hombres que tienen trastornos bipolares o de los hombres en la población general que cometen suicidio violento impulsivo. En el futuro queremos estudiar y montar los factores de riesgo clínicos y sociodemográficos, junto con nuestros análisis de sangre, para aumentar nuestra capacidad de predecir el riesgo. El suicidio es complejo: además de los problemas psiquiátricos y de adicciones que hacen a las personas más vulnerables, hay cuestiones existenciales relacionadas con la falta de satisfacción con la vida, la falta de esperanza en el futuro, no sentirse necesario y los factores culturales que hacen que el suicidio parezca una opción”.

El Dr. Niculescu informó que espera que estos biomarcadores, en combinación con otros métodos, incluyendo pruebas neuropsicológicas y especificaciones sociodemográficas, actualmente en desarrollo, por parte de su grupo puedan ayudar, en última instancia, a identificar a las personas que están en riesgo, para generar intervenciones preventivas, asesoramiento y vidas salvadas. “Más de un millón de personas mueren por suicidio cada año, en todo el mundo, y esto es una tragedia evitable”.

Enlace relacionado:
Indiana University School of Medicine




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